sábado, 16 de noviembre de 2024

Habla Víctor Carta 2 a Begoña (III)

 

Begoña junto a su padre Víctor.


Pero te digo que, cuando me encuentro en sequedad, participando en el deseo a pesar de todo lo que se sufre, se agradece al final de la presencia seca.

Me gustaría poderte hablar de lo que tienes ahora en tus oraciones. De todas formas, si tus oraciones son fijas, poco a poco llegarán las gracias del sufrimiento divino, que a pesar del dolor, se desea su llegada.

La oración es la clave de todo. Cuando es seca y dura, es que el Espíritu está llevando a tu alma por su camino.

Bueno. Estaremos unidos en oración divina para ayudarnos mutuamente. Como en la infancia, si se cae como los niños, se levanta y a empezar de nuevo.

Que la gracia de Dios esté en tu corazón.

Un abrazo y hasta pronto.


Sigue Víctor animando a su hija Begoña a que no abandone nunca el camino de la oración, ni siquiera en los momentos de sequedad, pues es una prueba de que el Señor la está purificando de todas su imperfecciones a través de la contemplación pasiva.


San Juan de la Cruz, en la primera canción de Noche Oscura, que comienza con estas palabras: “En una noche oscura, con ansias, en amores inflamada”, comenta: “Cuenta el alma en esta primera canción el modo y manera que tuvo en salir, según la afición, de sí y de todas sus cosas, muriendo por verdadera mortificación a todas ellas y a sí misma, para venir a vivir vida de amor dulce y sabroso en Dios, y dice que salir de sí y de todas las cosas fue una noche oscura, que aquí entiende por la contemplación purgativa, la cual pasivamente causa en el alma la dicha negación de sí misma y de todas las cosas. Y esta salida dice ella aquí que pudo hacer con la fuerza y calor que para ello le dio el amor de su Esposo en la dicha contemplación oscura”.







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