Monasterio de Carmelitas Descalzas de Sabarís, (Pontevedra) |
No te olvides de estos ancianitos, y sobre todo por tu madre,
quien aceptó desde el principio y con alegría tu vocación. Sabes que en estos
tiempos, pocos padres están dispuestos a que sus hijos sean religiosos. Las
vocaciones siempre fueron difíciles de aceptar. El mundo de nuestros días lo considera una necedad; no
nos puede extrañar en este consumismo que vivimos, que está manejado por el
ateísmo. Por ello una vocación de ahora es un verdadero milagro.
No era tan apremiante como en nuestros días el problema de la
escasez de vocaciones, pero ya era bastante notoria, de hecho, en el monasterio
de Sabarís (Pontevedra) donde su nieta Raquel es religiosa carmelita descalza,
es la última que ha ingresado en ese monasterio.
No se equivoca cuando dice acerca de la vocación a la vida
consagrada al Señor, que “el mundo de nuestros días lo considera una
necedad; no nos puede extrañar en este consumismo que vivimos”. Debido
a ese consumismo, a ese deseo de que a los hijos no les falte nada de lo que el
mundo valora, los hijos que viven en ese ambiente, no sientan el atractivo de
seguir al Señor. Si a eso añadimos a que son pocos los padres que estimulen a
sus hijos a consagrar su vida a Cristo, el que Teresa, la madre de Raquel lo hiciera
hasta con alegría, es un gesto digno de encomio.
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