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Primera estrofa de la "Noche oscura" de San Juan de la Cruz.´ |
“Es mucho más provechoso el vivir a Dios en el dolor y sacrificio, donde la carne no se puede inmiscuir en el espíritu, ni siquiera Satanás. Me refiero a la purificación pasiva en la noche oscura de la fe, de la que serás tentada. En esta situación, el sufrimiento es tan grande interiormente, que solamente con el llanto se desahoga el alma. Se ve tan miserable, que lo ve todo perdido. Pero sólo para su bien le es concedida esta situación. Pocas almas quieren pasar por esta noche, no saben lo que se pierden”.
Víctor nos habla una vez más de noche oscura, siguiendo a su maestro San Juan de la Cruz, pero, podemos comprobar en sus escritos autobiográficos que habla también por experiencia propia. Estas son sus palabras:
“El Espíritu Santo de la mano me tomaba y todas mis miserias me mostraba. Tan miserable me vi, que solo llanto de dolor tenía, que si esto no tuviera, peor lo pasara. Aunque más duro fue cuando me llegaron tentaciones contra la fe. Todo perdido lo veía, nada del mundo apetecía, y lo que de verdad amaba, se me escondía. Era este estado verdaderamente penoso. De una a otra parte me trasladaba, en todas, triste y abandonado me encontraba, para pronto terminar a los pies del Sagrario. Allí llorando me consolaba. (Nº. 27-28).
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