sábado, 4 de enero de 2025

Habla Víctor Carta a una religiosa agustina (III)

 

Religiosas agustinas recoletas

Un gran paso has dado al recluirte para vencer al mundo; el demonio no te dejará tranquila para alagarte con la imaginación, además necesitas ser tentada para hacerte fuerte.


Sabes la importancia que tiene en nuestra Congregación la obediencia; ahí la tiene mucho más, es una muralla contra Satanás. Cuando no te pueda arrastrar por ese camino, lo intentará haciéndote creer que estás perdiendo el tiempo ahí encerrada, y que más harías fuera activamente; huye de tales pensamientos; sabe muy bien el daño que le hacéis con el sacrificio, obediencia y oración, arrebatándole las almas que él tiene muy amarradas. No olvides que te has comprometido a orar y sufrir por los sacerdotes. ¡Que necesitados están los pobres; da todo cuanto puedas por ellos!


Los consejos que Víctor da a esta religiosa para defenderse del demonio coinciden con los tres consejos que San Juan de la Cruz tiene en las cautelas a los religiosos para defenderse del demonio, que siempre trata de “engañar debajo de especie de bien y no debajo de especie de mal”.


La primera es, “que jamás, fuera de lo que de orden estás obligado, te muevas a cosa, por buena que parezca y llena de caridad, ahora para ti, ahora para otro cualquiera de dentro y fuera de casa, sin orden de obediencia”.


La segunda, “que jamás mires al prelado con menos ojos que a Dios, sea el prelado que fuere, pues le tienes en su lugar; y advierte que el demonio mete mucho aquí la mano”.


La tercera es “que de corazón procures siempre humillarte en la palabra y  en la obra, holgándote del bien de los otros como del de ti mismo y queriendo que los antepongan a ti en todas las cosas, y esto con verdadero corazón”.




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