sábado, 5 de julio de 2025

Habla Víctor. Carta 3 a agustina (IX)

 


Monasterio de Agustinas Recoletas en Pamplona.

Puedo decirte que tengo gran experiencia y la gracia de orar aunque esté trabajando; Pero como ni en las iglesias hay silencio, aprovecho las altas horas de la noche. No sabes cómo pido por tu crecimiento en el amor, pido sin descanso la humildad personal y de todos los miembros de la Iglesia.


Era tal la confianza que Víctor tenía con esta religiosa agustina, que no tiene ningún reparo en confesarle su experiencia de oración, que era permanente, no solo cuando acudía a la iglesia para estar hors junto al Santísimo, o cuando se retiraba dentro de su casa, sino que vivía en presencia de Dios de forma permanente.


Así lo expresa en sus Escritos autobiográficos, nº. 35, donde dice: “Varios años tuve y tengo de poseer la gracia de estar orando, ya fuese comiendo, trabajando, viajando, e incluso cuando estaba dialogando con personas”.


Así se explica que en sus últimos años tuviera una sonrisa permanente en el trato con las personas y que no se inmutase ante ninguna circunstancia, por muy dolorosa o humillante que fuese. Vivía en constante presencia de Dios y en todo veía y aceptaba su voluntad.



No hay comentarios:

Publicar un comentario